domingo, 24 de mayo de 2009

Mi confrontación con la docencia

Estudié la carrera de Psicología en la UNAM, en un inicio, el ser docente fue una de las fuentes de empleo que complementaba mi trabajo como psicóloga (en términos económicos), con el paso del tiempo fui adquiriendo el gusto por impartir clases y el contacto con los chicos con los que trabajo, fui otorgando más tiempo a las clases y a todas las responsabilidades que conlleva ser profesor.

Mi primer contacto con la educación media superior fue como orientadora externa a CONALEP, cuando trabajaba para el DIFEM, sin embargo no fue tan significativa y agradable esta experiencia ya que no se tomaba con la debida seriedad mi trabajo. Posteriormente realicé el examen de ingreso al Colegio de Bachilleres en la convocatoria del año 2000, fui aceptada e inicié formalmente mi labor como docente.

En términos de docencia creo que el profesor es un vínculo y vía para mostrar a los alumnos nuevas formas de vida, alternativas e ideas que les permitan enfrentar su realidad, por lo que creo que debo seguir siendo profesora, tengo fé en la educación, y no me refiero sólo al aspecto formal o a la que se imparte en la escuela, sino a todas aquellas acciones integrales que nos van formando como personas funcionales dentro de la sociedad.

Para mi ha sido muy motivante el contacto con los alumnos adolescentes del bachillerato, es de sobra sabido que esta es una etapa muy difícil para ellos, esto me obliga a actualizarme continuamente para responder de manera adecuada a lo que el alumno espera de mi.

La satisfacción que he experimentado hasta el momento es enorme, creo que rebasa por mucho la idea de que es un sacrificio ser profesor, estoy de acuerdo que se invierte mucho pero, en términos emocionales se obtiene aún más. No me puedo quejar de estos años de profesora y mucho menos de mis alumnos, al contrario creo que aún no vivo (y espero nunca vivirlo) la parte incómoda de esto.
Sin embargo, en ocasiones si existe insatisfacción, pero más que nada es con la parte administrativa del proceso, las cuestiones institucionales, imponer los objetivos personales sobre los educativos, querer números antes que aprendizaje, etc.,pero esto no permito que se interponga entre los objetivos del programa de asignatura, mis alumnos y yo.

Para terminar, estoy recordando que al fin y al cabo estoy en donde debo de estar, ya que yo estudié en un bachillerato psicopedagógico anexo a la Normal de Maestros, ahí conocí la Psicología y me enamoré de ella, hice el examen a la UNAM, me quedé y después de estudiar la carrera reafirme mi vocación y regresé al camino, ahora estoy recorriendo este y espero saber que hay al final de el.

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